Aunque es una molestia menor, tu salud visual merece atención, especialmente si los síntomas persisten o se agravan.
El temblor en el ojo, conocido como mioquimia palpebral, es una molestia común que suele estar relacionada con el estrés, la fatiga o el uso excesivo de pantallas. Aunque en la mayoría de los casos no representa un problema grave, muchas personas optan por consultar a un médico para descartar complicaciones. Y ahí es donde entra la pregunta clave: ¿cuánto cuesta atender este síntoma?
En México, el costo de una consulta médica por esta causa puede variar ampliamente. Si decides acudir a un médico general en una farmacia o consultorio privado, podrías gastar desde $400 pesos mexicanos, aunque en algunos lugares el precio puede subir hasta $1,800 pesos dependiendo de la ubicación y el prestigio del servicio.
Si prefieres acudir directamente con un oftalmólogo, el gasto será mayor. Las consultas especializadas oscilan entre $720 y $3,600 pesos mexicanos (equivalente a $40 a $200 dólares estadounidenses), especialmente si se requieren estudios complementarios como topografías corneales o tomografías ópticas.
Algunas clínicas oftalmológicas ofrecen paquetes de revisión visual desde $399 pesos, que incluyen examen de la vista y valoración básica, aunque no siempre contemplan estudios más profundos. Estos paquetes pueden ser útiles si el temblor ocular está acompañado de fatiga visual o irritación.
El temblor en el párpado generalmente desaparece por sí solo en unos días o semanas si se reducen los factores desencadenantes como el estrés, la falta de sueño o el exceso de cafeína. Sin embargo, se recomienda acudir al médico si los espasmos son persistentes, afectan otras partes del rostro o se acompañan de síntomas como hinchazón, enrojecimiento o secreción ocular.
Entre las causas más comunes de la mioquimia palpebral están el estrés, la fatiga, el consumo excesivo de estimulantes, la irritación ocular y la posible deficiencia de vitaminas del grupo B. En la mayoría de los casos, no se requiere tratamiento médico, pero una consulta puede brindar tranquilidad y descartar problemas neurológicos o visuales más serios.
