Starbucks ha confirmado que estas medidas no afectarán a sus operaciones en México, donde la marca es administrada por Alsea
La cadena internacional de cafeterías Starbucks ha anunciado una serie de medidas drásticas como parte de un plan de reestructuración valorado en 1,000 millones de dólares. Entre las acciones más destacadas se encuentra el cierre de aproximadamente 400 tiendas en Estados Unidos y Canadá, así como el despido de cerca de 900 empleados, principalmente en áreas corporativas.
El CEO de Starbucks, Brian Niccol, explicó en una carta dirigida al personal que estas decisiones responden a la necesidad de fortalecer la rentabilidad y mejorar el entorno físico de las tiendas. “Hemos identificado cafeterías en las que no podemos crear el ambiente que esperan nuestros clientes y socios, o donde no vemos un camino hacia el desempeño financiero”, señaló.
Los cierres representan cerca del 1% de las operaciones totales en América del Norte, reduciendo el número de locales de 18,734 a aproximadamente 18,300. Los empleados afectados serán notificados esta semana, y la empresa intentará reubicarlos en otras sucursales cercanas. En caso de no ser posible, se les ofrecerán paquetes de indemnización y apoyo.
Además de los despidos en tiendas, Starbucks eliminará vacantes corporativas no ocupadas y reducirá su plantilla en la sede central. Esta es la segunda ronda de despidos en el año, luego de que en febrero se desvincularan más de 1,100 trabajadores como parte de una estrategia para enfrentar la caída en ventas y el aumento de la competencia.
Pese a los ajustes, la compañía planea renovar más de 1,000 cafeterías en los próximos 12 meses. Las remodelaciones incluirán diseños más cálidos, mobiliario actualizado, mayor disponibilidad de enchufes y mejoras en la infraestructura, con el objetivo de mejorar la experiencia del cliente y reforzar la identidad de la marca.
El plan de reestructuración también contempla una inversión significativa en estándares laborales. Starbucks anunció el programa “Green Apron Service”, que destinará más de 500 millones de dólares en horas laborales para baristas, buscando mejorar el servicio y la atención al cliente en los locales de propiedad directa.
Niccol enfatizó que estas decisiones no se toman a la ligera, ya que afectan directamente a los socios (empleados) y sus familias. Sin embargo, aseguró que son pasos necesarios para construir un Starbucks más fuerte, resiliente y centrado en las comunidades que atiende