Este martes, el crudo West Texas Intermediate (WTI) se cotizó en 74.84 dólares por barril, con un alza del 4.28 %, mientras que el Brent alcanzó los 76.45 dólares
México.- El conflicto entre Israel e Irán ha encendido las alarmas en los mercados energéticos globales, provocando un repunte significativo en los precios del petróleo. Este martes, el crudo West Texas Intermediate (WTI) se cotizó en 74.84 dólares por barril, con un alza del 4.28 %, mientras que el Brent alcanzó los 76.45 dólares. Aunque no se han registrado interrupciones directas en el suministro, el temor a una escalada mayor ha sido suficiente para sacudir a los inversionistas.
Uno de los focos de tensión es el estrecho de Ormuz, por donde transita cerca del 20 % del petróleo mundial. La reciente colisión de dos petroleros cerca de esta vía estratégica, sumada a reportes de interferencias electrónicas en la navegación, ha elevado la percepción de riesgo en la región. Aunque el incidente parece no estar vinculado a un ataque, subraya la fragilidad del transporte energético en zonas de conflicto.
Irán, por su parte, suspendió parcialmente la producción de gas en el yacimiento de South Pars tras un ataque israelí que provocó un incendio. Además, se reportaron daños en un depósito de petróleo en Shahran. Estos eventos han alimentado el nerviosismo en los mercados, que temen una posible represalia iraní contra infraestructuras energéticas clave en Medio Oriente.
En México, la mezcla mexicana de exportación se cotiza cerca de los 70 dólares por barril, superando ampliamente el precio presupuestado por Hacienda para 2025, que ronda los 58 dólares. Este incremento podría representar un alivio temporal para las finanzas públicas y para Pemex, siempre que se mantenga la producción y se controle el subsidio a las gasolinas.
Sin embargo, la Agencia Internacional de Energía advierte que el alza podría ser efímera. La demanda global de crudo sigue siendo débil y la oferta continúa siendo abundante, lo que podría limitar el impacto a largo plazo del conflicto en los precios. Además, los bancos centrales, como la Reserva Federal de EE. UU., podrían ajustar sus políticas monetarias si la inflación se ve presionada por el encarecimiento del petróleo.
En las estaciones de servicio estadounidenses, los consumidores ya sienten el impacto. El precio promedio de la gasolina regular ha subido cinco centavos en la última semana, con aumentos más pronunciados en estados como Delaware e Indiana. Aunque los precios aún están por debajo del récord de 2022, la tendencia alcista podría continuar si la tensión geopolítica no se disipa.