La Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN) fue creada en 2019 como una estrategia para atraer inversión y dinamizar el consumo, combinando beneficios fiscales con un salario mínimo más alto.
La Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN) fue creada en 2019 como una estrategia para atraer inversión y dinamizar el consumo, combinando beneficios fiscales con un salario mínimo más alto. Sin embargo, con el paso del tiempo los incentivos fiscales se han estancado y el costo laboral ha crecido más rápido que la productividad, generando un desbalance que afecta especialmente a las micro y pequeñas empresas.
De acuerdo con la Coparmex, las alzas salariales han provocado cierres de unidades económicas, reducción de plantillas y freno en contrataciones. Las obligaciones adicionales como cuotas al IMSS, aportaciones al Infonavit y cargas fiscales multiplican el costo por trabajador, lo que coloca a muchas empresas contra la pared.
Para los trabajadores, el aumento representa un ingreso mayor, pero también una incertidumbre laboral. Los dueños de pequeños negocios han tenido que recortar turnos y ajustar personal, lo que incrementa el riesgo de informalidad y reduce la estabilidad de las plazas.

La presidenta de Coparmex en Tamaulipas, Lolis Ramírez, ha planteado la necesidad de homologar las remuneraciones en todo el país para evitar desigualdades competitivas. Señala que un trabajador bien pagado es más productivo, pero advierte que los empleadores requieren apoyos adicionales para mantenerse solventes.
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Créditos caros y cierres anunciados Ramírez subraya que los créditos bancarios, con tasas de interés elevadas, resultan impagables para las MiPymes. En sectores como servicios, restaurantes y ferreterías ya se han anunciado cierres, mientras otros negocios familiares enfrentan dificultades para sostener sus operaciones.
La presión no solo es económica. Coparmex advierte que el desempleo en la frontera podría derivar en problemas sociales como el aumento de la inseguridad. Reformas recientes —incremento de vacaciones, aguinaldo y reducción de jornada laboral— se suman a la carga de las empresas, que piden una transición gradual.
El Inegi documenta que en Reynosa la tasa de desocupación pasó de 1.1% en 2021 a 2.5% en 2025, con un pico de 4.1% en 2023. La informalidad laboral también se mantiene elevada, con un registro de 33.6%. Estos indicadores reflejan cómo los aumentos salariales impactan en la capacidad de las empresas para sostener empleo formal



