Olinia: cuánto costará el auto eléctrico 100% mexicano

Olinia

Claudia Sheinbaum ha anunciado que en 2026 saldrá a la venta la flotilla del primer auto eléctrico mexicano

El plan contempla el lanzamiento de una flotilla piloto para evaluar el rendimiento y la aceptación de los usuarios antes de iniciar la producción en serie. Con esta estrategia, los responsables del proyecto esperan recibir retroalimentación que permita realizar ajustes técnicos y funcionales. La meta no solo es ofrecer un auto más económico, sino también competitivo en calidad y eficiencia.

De acuerdo con los datos presentados, Olinia estará disponible en tres versiones distintas para cubrir necesidades de movilidad personal, familiar y comercial. La propuesta apunta a ser una alternativa real a modelos importados, sin depender de cadenas de suministro extranjeras. Su diseño y fabricación se realizan en México, con más de 100 especialistas involucrados en el desarrollo.

La presidenta Claudia Sheinbaum destacó que el Olinia no solo se enfocará en un bajo precio, sino también en características pensadas para el uso cotidiano de los mexicanos, con un costo de operación menor al de una motocicleta y sin emisiones contaminantes.

Tres versiones adaptadas a distintos perfiles de usuario

El modelo base será compacto, ideal para estudiantes o personas solteras que buscan movilidad práctica y de bajo consumo energético. La segunda versión estará enfocada en familias pequeñas, con mayor espacio y comodidad. Finalmente, se producirá una camioneta ligera para repartos urbanos, lo que abre una oportunidad para pequeños negocios y servicios de mensajería.

Los dos primeros modelos en presentarse, programados para septiembre, serán un vehículo de transporte de pasajeros, planteado como alternativa al mototaxi, y una versión de carga para uso comercial. Este enfoque diversificado pretende que el Olinia sea útil tanto en el transporte personal como en sectores productivos.

Los responsables del proyecto subrayan que el coche podrá recargarse en cualquier enchufe doméstico, evitando la dependencia de infraestructura de carga especializada. Este aspecto es clave en un país donde la red de estaciones para autos eléctricos aún es limitada.

Además, su ligereza y diseño optimizado apuntan a reducir costos de mantenimiento y consumo energético, lo que beneficiará directamente a los bolsillos de los usuarios.

Fabricación con sello 100% nacional

El centro de diseño de Olinia se encuentra en el Instituto Tecnológico de Puebla, aunque la ubicación de la planta de producción aún está por definirse. La coordinación general está a cargo de Roberto Capuano Tripp, con la colaboración del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el Tecnológico Nacional de México (TecNM).

En la etapa actual, el proyecto ha pasado de la fase conceptual a la ingeniería de detalle, definiendo procesos de fabricación y ensamblaje. Los desarrolladores buscan que todas las ganancias generadas por las ventas se reinviertan en nuevas iniciativas de innovación tecnológica.

La apuesta por un diseño nacional no solo busca autonomía en el mercado automotriz, sino también la generación de empleo calificado y el fortalecimiento de cadenas productivas dentro del país.

Con un precio de entrada significativamente más bajo que la media de los autos eléctricos, Olinia se presenta como una alternativa viable para ampliar el acceso a la movilidad sustentable.

Retos técnicos y de desarrollo

Pese a sus ventajas, el proyecto enfrenta desafíos importantes. El primero es adaptar la tecnología de baterías a las condiciones climáticas de distintas regiones de México, asegurando un rendimiento óptimo tanto en zonas cálidas como frías.

Otro reto es la infraestructura de carga. Aunque el Olinia puede conectarse a enchufes convencionales, la falta de puntos de carga rápida podría limitar su expansión en el mediano plazo. Asimismo, cualquier contratiempo técnico en la fase de pruebas podría retrasar el inicio de la producción.

Los desarrolladores trabajan contra reloj para cumplir el objetivo de tener las primeras unidades listas antes del Mundial de Futbol 2026, con un lanzamiento oficial de la flotilla piloto en junio de ese año.

El éxito del proyecto dependerá en gran medida de que estas metas se cumplan en tiempo y forma, garantizando la calidad y seguridad del vehículo.

Impacto económico y social

Si Olinia logra posicionarse en el mercado, podría detonar un nuevo segmento de autos eléctricos de bajo costo en México. Esto tendría un impacto positivo en la economía familiar, al reducir gastos de combustible y mantenimiento.

En el ámbito empresarial, la versión de carga podría ser una solución rentable para repartidores, comercios y emprendedores que necesitan un transporte económico y sin restricciones ambientales.

Además, el impulso a la fabricación nacional permitiría fortalecer la industria automotriz mexicana, tradicionalmente enfocada en la exportación, y abrir un nuevo capítulo en el desarrollo tecnológico interno.

Con la mirada puesta en 2026, Olinia se perfila como un proyecto que podría cambiar la forma en que los mexicanos entienden la movilidad eléctrica, combinando accesibilidad, funcionalidad y producción local.