Michael Jackson dio cátedra de cómo dividir una herencia

Michael Jackson

Muchos aseguran que el Rey del Pop fue un verdadero genio al redactar la forma en que sus hijos recibieran su herencia para asegurarse que no les faltara nada

El documento legal establece que Prince, Paris y Blanket, quienes en ese momento tenían 13, 12 y 8 años respectivamente, recibirán el 40 % de la herencia de su padre. Sin embargo, no podrán disponer de la totalidad de ese dinero hasta llegar a los 30 años, cuando accederán a una tercera parte. A los 35 años se les entregará la mitad de la cantidad restante, y al cumplir 40, recibirán el total de su porción. Este esquema fue diseñado para asegurar que la riqueza no se diluya por decisiones impulsivas en la juventud.

Mientras los herederos alcanzan la edad estipulada, reciben un ingreso administrado por el fideicomiso que gestiona la fortuna, encabezado por John Branca y John McClain. Este modelo busca otorgarles estabilidad económica sin darles control total de manera prematura. Además, la madre de Michael, Katherine Jackson, recibió otro 40 % de la herencia mientras viva, y tras su fallecimiento, esa parte se sumará al patrimonio de los niños. El 20 % restante fue destinado a obras de caridad, reflejando la voluntad del cantante de continuar ayudando a diversas causas aun después de su fallecimiento.

La herencia, que según estimaciones supera los 500 millones de dólares, no es estática, ya que continúa generando ingresos a través de inversiones, conciertos póstumos, estrenos de canciones inéditas y proyectos relacionados con la marca Michael Jackson. Estas estrategias han permitido que la fortuna siga creciendo con el paso de los años, beneficiando directamente a los herederos y asegurando que su legado artístico se mantenga vigente en la industria musical.

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Michael Jackson dio cátedra de cómo dividir una herencia. Foto: Instagram.

Se ha especulado que cada uno de los hijos podría recibir alrededor de 33 millones de dólares, una cifra que aumentará a medida que se consoliden las inversiones realizadas por los administradores. Esta estructura financiera fue vista como una medida de previsión por parte del artista, quien en vida enfrentó graves dificultades económicas, llegando a estar cerca de la quiebra en varias ocasiones debido a su estilo de vida y deudas acumuladas.

Con este plan, Michael Jackson ofreció una auténtica lección sobre cómo proteger el patrimonio familiar, evitando que la herencia se diluya de manera rápida. Su testamento, más allá de lo económico, dejó entrever su deseo de guiar a sus hijos hacia una administración responsable de los recursos que heredarán, procurando que su nombre siga siendo sinónimo de éxito y previsión incluso más allá de su vida.