El proceso inicia con una llamada breve, muchas veces de un número internacional disfrazado como local mediante técnicas de spoofing.
En los últimos meses, autoridades y expertos en ciberseguridad han alertado sobre una modalidad de fraude telefónico que, aunque parece inofensiva, puede abrir la puerta a graves riesgos financieros y de privacidad.
Se trata de las llamadas silenciosas o “fantasma”, en las que el teléfono suena brevemente, el usuario responde y no hay nadie del otro lado. Este comportamiento, lejos de ser un error técnico, forma parte de un sistema automatizado diseñado para detectar líneas activas y preparar fraudes personalizados.
¿Cómo funciona esta estafa?. El proceso inicia con una llamada breve, muchas veces de un número internacional disfrazado como local mediante técnicas de spoofing.
Al responder, el sistema registra que el número está activo y que hay una persona dispuesta a contestar. Esto convierte al usuario en un blanco potencial para futuras acciones fraudulentas.
Una vez confirmado que la línea está activa, los ciberdelincuentes pueden: Enviar mensajes de phishing que simulan ser de bancos, empresas o instituciones oficiales. Realizar llamadas posteriores con engaños más elaborados, como supuestas ofertas de trabajo, premios falsos o alertas de seguridad bancaria.
Provocar que el usuario devuelva la llamada, lo que puede conectarlo con líneas de tarifa premium internacional (IPRN), generando cargos elevados por minuto sin que el usuario lo note de inmediato.

¿Qué riesgos existen?. Además de los cobros inesperados, devolver la llamada o interactuar con estos sistemas puede exponer datos personales y financieros, especialmente si el usuario cae en engaños posteriores. En algunos casos, las llamadas incluyen grabaciones diseñadas para generar pánico, como voces de niños llorando o supuestos agentes de policía, con el fin de provocar una reacción inmediata.
¿Cómo protegerse? Las autoridades recomiendan seguir estas medidas: No devolver llamadas de números desconocidos, especialmente si provienen del extranjero. Bloquear y reportar los números sospechosos a tu proveedor de telefonía o a instancias como Profeco. Evitar compartir información personal por teléfono, incluso si la llamada parece legítima. Activar filtros de spam y protección contra llamadas automáticas en tu dispositivo móvil.
En México, la Procuraduría Federal del Consumidor ha emitido alertas sobre este tipo de prácticas, conocidas internacionalmente como “wangiri”, y ha instado a los usuarios a mantenerse informados y denunciar cualquier intento de fraude.
Un fraude silencioso, pero efectivo. Lo que parece una simple llamada sin respuesta puede ser el inicio de una cadena de vulnerabilidades. La clave está en no interactuar, no devolver la llamada y estar alerta ante cualquier comunicación sospechosa. En la era digital, la prevención comienza con la información.



