Productores de jitomate en México abandonan el mercado estadounidense por nuevos aranceles y apuestan por Canadá
Los productores de jitomate han decidido dar la espalda a Estados Unidos tras la imposición de un arancel del 17.09%, que pone en riesgo más de 2,800 millones de dólares en exportaciones anuales.
Hoy los maiceros de Sinaloa amenazan con bloquear carreteras si el gobierno federal no cumple con los pagos prometidos. Afirman que les urge la compra de las 200 mil toneladas de grano blanco que prometió la presidenta.
Los jitomateros de Sinaloa, Sonora y Baja California, que abastecen más del 66% del jitomate consumido en EE.UU., han comenzado a redirigir sus esfuerzos hacia el mercado canadiense. Gracias al T-MEC, el jitomate mexicano puede ingresar sin aranceles a Canadá, donde el consumo anual supera las 780 mil toneladas métricas. Esta estrategia busca proteger a los pequeños productores y evitar una caída en los ingresos del sector.

Por su parte la presidenta Claudia Sheinbaum ha declarado que México seguirá exportando jitomate a EE.UU., pero también anunció un plan de diversificación comercial. Este incluye incentivos para productores afectados y una campaña para posicionar el jitomate mexicano como líder en calidad y volumen en nuevos mercados internacionales.
Mientras tanto, en Sinaloa, los productores de maíz enfrentan una crisis de rentabilidad. La organización Campesinos Unidos de Sinaloa, encabezada por Baltazar Valdez Armentía, exige el pago de 750 pesos por tonelada del ciclo 2023-2024, además de coberturas de 200 pesos por tonelada. Si no hay respuesta, advierten que bloquearán la caseta de Alhuey este jueves 17 de julio.
Los agricultores denuncian abandono por parte del gobierno federal y exigen una mesa de diálogo con la Secretaría de Gobernación, SADER y Hacienda. “El campo está agonizando. Los productores ya no aguantamos más la crisis”, afirmó Valdez Armentía. La tensión en el agro mexicano podría escalar si no se atienden de inmediato las demandas de ambos sectores.