Sin duda alguna, uno de los temas más controversiales dentro de las pensiones es cuánto es el mínimo para garantizar la vida digna de los adultos mayores
Con la cercanía del fin de año, crecen las expectativas sobre el monto que recibirán los pensionados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) bajo la Ley 73 en 2026. Este esquema es fundamental para los trabajadores que, pese a cumplir con los requisitos de edad y semanas cotizadas, no alcanzaron una pensión mayor. La pensión mínima garantizada asegura un ingreso mensual básico para quienes se retiran de manera anticipada a los 60 años o por vejez a los 65 años, siempre que hayan cotizado al menos 500 semanas.
Este beneficio se calcula en función del salario mínimo general vigente en la Ciudad de México y se actualiza cada febrero con base en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC). Desde 2024, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que esta referencia debe mantenerse para garantizar un ajuste justo acorde con la inflación. Así, los pensionados cuentan con un respaldo que les permite conservar su poder adquisitivo en un contexto económico cambiante.
En 2025, la pensión mínima garantizada alcanzó los 9,412 pesos mensuales, una cifra que reflejó la inflación de ese periodo. Si la tendencia de los últimos años se mantiene, con un crecimiento promedio anual del 13%, para 2026 este monto podría situarse en aproximadamente 10,731.70 pesos mensuales. Sin embargo, el ajuste oficial será confirmado por el gobierno federal hacia finales de 2025, cuando se actualicen las tablas correspondientes.
El crecimiento de este beneficio ha sido constante en la última década. Entre 2014 y 2025, la pensión mínima garantizada aumentó en promedio 13% anual, con un repunte más pronunciado entre 2018 y 2025, donde el incremento medio llegó a 16.9%. En 2022 se registró la mayor alza, con un 22%, lo que marcó un precedente importante para quienes dependen de este esquema. Estos ajustes reflejan el esfuerzo del IMSS por mantener la viabilidad económica de los jubilados en la Ley 73.

Este esquema busca proteger la estabilidad de quienes han aportado durante su vida laboral pero no acumularon un saldo suficiente para acceder a una pensión mayor. La actualización vinculada al salario mínimo y al INPC busca que los pensionados no pierdan poder de compra, especialmente ante el alza de precios que afecta a bienes y servicios básicos. Es una medida que, aunque no garantiza altos ingresos, sí proporciona una base económica segura.
De esta forma, el IMSS reafirma su compromiso con los trabajadores que se rigen bajo la Ley 73, brindando certidumbre sobre la evolución de su pensión mínima garantizada. Con la expectativa puesta en la cifra oficial para 2026, este beneficio se mantiene como una herramienta esencial para planificar la vejez con mayor seguridad financiera y estabilidad económica.
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