Se ha anunciado que Bad Bunny será el próximo encargado del Super Bowl 2026: te damos cifras de cuánto ganan los artistas que realizan este show
Cada año, el show de medio tiempo del Super Bowl se convierte en uno de los momentos más esperados del espectáculo deportivo. Millones de espectadores en todo el mundo sintonizan no solo para ver el partido, sino también para disfrutar de la actuación de grandes estrellas internacionales. Sin embargo, surge una pregunta que genera curiosidad: ¿cuánto dinero ganan los artistas que se presentan en este escenario tan mediático?
Contrario a lo que muchos imaginan, la NFL no paga un caché a los cantantes ni grupos que actúan durante el medio tiempo. Los artistas no reciben un salario millonario por su participación, sino que la liga se limita a cubrir todos los gastos de producción del espectáculo. Además, se hace cargo del traslado de los músicos y su equipo a la ciudad sede, lo que implica boletos de avión, hospedaje y viáticos.
En términos contractuales, lo único que reciben los artistas es un pago simbólico. Por cuestiones sindicales, se les otorga un monto mínimo que en 2021 equivalía a poco más de 1.000 dólares. Una cifra irrisoria en comparación con los estándares de la industria musical y con el tamaño del evento más televisado de Estados Unidos.
Lejos de ser una desventaja, esta condición ha demostrado ser una oportunidad única para quienes pisan el escenario. La verdadera ganancia no está en el cheque inmediato, sino en la exposición global que el Super Bowl garantiza a cada uno de sus artistas invitados.
Costos millonarios detrás del espectáculo
Aunque los artistas no reciben una gran suma de dinero, el espectáculo del medio tiempo es cualquier cosa menos barato. La producción involucra tecnología de primer nivel, montajes escenográficos masivos y logística cronometrada al segundo. Todo esto incrementa el costo de manera exponencial.
Un ejemplo claro ocurrió en 2020, cuando Shakira y Jennifer López protagonizaron uno de los shows más recordados. Según Esquire, la producción alcanzó los 13 millones de dólares, cifra que supera ampliamente el costo de un concierto tradicional. El reto no solo es la magnitud del espectáculo, sino también la velocidad con la que debe montarse y desmontarse para dar continuidad al partido.
Estos montos no salen directamente de las arcas de la NFL, sino que son cubiertos por patrocinadores. Durante casi una década, Pepsi fue el encargado de financiar este despliegue, asegurando su presencia en el evento deportivo más visto de Estados Unidos.
Desde 2023, Apple Music asumió este rol, firmando un contrato de cinco años con la liga. Según reportó Sports Business Journal, la compañía de la manzana desembolsa alrededor de 50 millones de dólares por cada edición, garantizando así un espectáculo sin escatimar en recursos.
La verdadera ganancia: exposición global
Si bien no hay un pago millonario directo, el Super Bowl representa una vitrina incomparable para cualquier artista. La transmisión llega a más de 100 millones de espectadores solo en Estados Unidos y alcanza a millones más en distintas partes del mundo, convirtiéndose en un escaparate global.
Este alcance se traduce en beneficios tangibles para los artistas. Tras sus presentaciones, los números en plataformas digitales suelen dispararse. Por ejemplo, el show de Maroon 5 en 2019 generó un incremento del 434% en la venta de sus canciones, de acuerdo con Billboard.
Además, la visibilidad potencia las giras mundiales. La demanda de boletos aumenta, las colaboraciones artísticas se multiplican y las oportunidades comerciales se expanden. Lo que no se paga en efectivo se transforma en ingresos indirectos a mediano y largo plazo.
En este sentido, participar en el Super Bowl equivale a recibir un comercial de más de 10 minutos transmitido en horario estelar, pero sin pagar un solo dólar por esa publicidad.
Testimonios de los protagonistas
Varios artistas han explicado abiertamente por qué aceptan actuar en el Super Bowl pese a la falta de una remuneración significativa. La mayoría coincide en que la exposición vale más que cualquier cheque.
Mary J. Blige, quien formó parte del show en 2022 junto a Dr. Dre, Eminem, Snoop Dogg y Kendrick Lamar, lo resumió con una frase contundente: “Te pagarán por el resto de tu vida después de esto. La gente golpea a tus puertas”.
De hecho, tras su participación, Blige experimentó un repunte en su carrera, con mayor atención mediática y un incremento notable en la venta de su música. Casos similares se repiten con cada edición, confirmando que el Super Bowl es un trampolín comercial sin precedentes.
Así, aunque el pago directo sea casi simbólico, los artistas entienden que la exposición global supera cualquier cifra. La oportunidad de conectar con una audiencia de millones de personas en simultáneo es algo que ningún otro escenario puede ofrecer.
Un escaparate único en el mundo
El show de medio tiempo no solo impacta a quienes actúan, sino también a la industria del entretenimiento en general. El evento marca tendencias musicales, genera conversación en redes sociales y se convierte en parte de la cultura popular global.
Los artistas seleccionados logran posicionarse en titulares internacionales durante semanas, antes y después de su presentación. Esto los coloca en el centro de la conversación mediática, multiplicando las oportunidades de negocio.
Incluso aquellos que ya son considerados estrellas globales, como Beyoncé, Shakira o The Weeknd, han visto un impulso significativo en su presencia digital y comercial tras su paso por el Super Bowl.
De esta manera, el escenario más grande del fútbol americano se ha convertido en un escaparate sin igual, donde la ganancia real va mucho más allá del dinero.
La paradoja del Super Bowl
Los artistas que actúan en el show de medio tiempo del Super Bowl no cobran un sueldo millonario, sino que aceptan un pago simbólico. Sin embargo, la exposición mediática, el impulso en ventas y la proyección internacional representan una ganancia incomparable.
Mientras que la NFL y los patrocinadores invierten decenas de millones en la producción, los artistas capitalizan el evento con beneficios que se prolongan durante años.
El Super Bowl ha demostrado que no todo se mide en cheques inmediatos. Para los artistas, este escenario representa la oportunidad de consolidar su carrera a nivel global, mantenerse vigentes y entrar en la historia del entretenimiento.
Así, más que un pago, el show de medio tiempo ofrece un legado: el de ser parte de uno de los eventos más vistos y comentados del planeta.
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