Con una reciente caída, muchos se cuestionan si conviene la inversión en Centenarios de Oro
Invertir en centenarios de oro ha sido, por décadas, una estrategia popular en México para proteger el patrimonio frente a la inflación y la incertidumbre económica. Estas monedas, emitidas por primera vez en 1921 para conmemorar el Centenario de la Independencia, son reconocidas por su pureza y valor histórico. Sin embargo, antes de adquirirlas como parte de tu portafolio, es importante analizar tanto sus beneficios como los costos que implica tener oro físico.
En un contexto donde la inflación y la volatilidad financiera preocupan a los inversionistas, el centenario se presenta como un activo refugio. Su valor suele mantenerse estable, e incluso crecer, cuando el peso pierde poder adquisitivo o cuando los mercados bursátiles atraviesan caídas. Este comportamiento lo convierte en una herramienta de protección patrimonial.
No obstante, la decisión de invertir en centenarios requiere más que fijarse en el precio del oro. Factores como el diferencial de compra-venta, el costo de almacenamiento y la liquidez son claves al momento de evaluar su conveniencia.
En este análisis revisamos las ventajas, desventajas y alternativas para ayudarte a decidir si es el momento correcto para sumar centenarios de oro a tu portafolio.
Ventajas de invertir en centenarios
El principal atractivo de los centenarios es que representan un activo tangible. A diferencia de otros instrumentos financieros, el inversionista tiene en sus manos un bien físico cuyo valor no depende de terceros, sino de la cotización internacional del oro. Esto da una sensación de seguridad y control.
Además, el oro ha demostrado ser un activo refugio durante crisis económicas y políticas. Cuando las divisas pierden valor, el oro suele apreciarse, por lo que contar con centenarios puede ayudar a mitigar riesgos en tiempos de incertidumbre.

Otro punto a favor es la diversificación. Para quienes ya tienen inversiones en bolsa, bienes raíces o deuda gubernamental, agregar centenarios puede equilibrar el portafolio, ya que el oro suele comportarse de manera distinta frente a otros activos.
Finalmente, los centenarios poseen un componente cultural y simbólico que incrementa su atractivo, pues no solo son una inversión, sino también un patrimonio con valor histórico en México.
Desventajas y consideraciones importantes
Uno de los principales retos al invertir en centenarios es el diferencial de precios. El costo de compra suele ser considerablemente mayor al de venta, lo que significa que el inversionista necesitará esperar un tiempo prolongado para obtener ganancias.
A esto se suman los costos de tenencia. Al tratarse de oro físico, el resguardo debe ser seguro, lo cual puede implicar gastos en cajas fuertes, servicios bancarios o seguros especializados para proteger el patrimonio.
En términos de liquidez, aunque el oro es un activo reconocido internacionalmente, vender un centenario puede ser más lento que liquidar una posición en bolsa o en un ETF. Esto puede generar complicaciones en caso de necesitar efectivo de forma inmediata.
Finalmente, se debe considerar el riesgo asociado al almacenamiento en casa, ya que implica una exposición mayor a robos o pérdidas accidentales.
Alternativas más convenientes para invertir en oro
Para quienes buscan exposición al precio del oro sin enfrentar los riesgos de la tenencia física, existen opciones financieras más accesibles y seguras. Una de ellas son los ETFs (Exchange Traded Funds), fondos cotizados en bolsa que replican el comportamiento del metal precioso.
Los ETFs permiten comprar y vender participaciones de manera inmediata en mercados bursátiles, lo que garantiza mayor liquidez y menores costos en comparación con los centenarios. Además, eliminan los gastos de almacenamiento físico.
Otra alternativa son los fondos de inversión especializados en metales preciosos, administrados por instituciones financieras que diversifican en oro, plata y acciones de compañías mineras. Estos fondos ofrecen rendimientos ligados al oro con mayor flexibilidad.
También se puede optar por acciones de mineras auríferas o derivados financieros como opciones de compra, que permiten aprovechar el alza en la cotización del oro sin necesidad de adquirir el metal directamente.
¿Centenarios o ETFs? La recomendación final
Si lo que buscas es una inversión tangible de largo plazo, el centenario puede ser adecuado. Representa una forma de proteger tu patrimonio y conservarlo en un activo que históricamente ha mantenido su valor. Sin embargo, requiere investigación, paciencia y un presupuesto para cubrir los costos asociados.
En cambio, si tu objetivo es obtener mayor flexibilidad y liquidez, los ETFs y fondos de inversión en oro son una mejor alternativa. Permiten entrar y salir del mercado fácilmente, reducen costos y se adaptan mejor a inversionistas con un perfil dinámico.
La clave está en evaluar tu perfil de riesgo, tus objetivos financieros y el horizonte de inversión. No es lo mismo querer resguardar capital por décadas que buscar rendimientos en el corto plazo.
En cualquier caso, el oro sigue siendo una opción relevante en 2025 para diversificar y proteger tu patrimonio frente a la incertidumbre económica.
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