La presidenta de México, Claudia Sheinbaum habló sobre cómo el conflicto de Oriente puede afectar a la economía mexicana
La presidenta Claudia Sheinbaum abordó este lunes 24 de junio las posibles consecuencias económicas que podrían derivarse del conflicto entre Estados Unidos e Irán, en particular el impacto que tendría en México un alza en los precios internacionales del petróleo. Ante la advertencia de Irán de cerrar el estrecho de Ormuz, por donde circula cerca del 20% del petróleo mundial, crecen las inquietudes sobre el efecto en los mercados energéticos globales.
Durante su conferencia matutina, la mandataria aseguró que México está mejor preparado que en años anteriores para enfrentar estos escenarios, gracias a su capacidad interna de refinación y producción de combustibles. No obstante, reconoció que el incremento en los precios internacionales del crudo podría tener consecuencias económicas que llegarían al bolsillo de los ciudadanos.
“El precio del petróleo internacional ha subido muy poco”, dijo Sheinbaum, aunque admitió que, de continuar esta tendencia, habría presiones en los precios de las gasolinas y el diésel. Esto afectaría no solo al transporte, sino a toda la cadena de suministros, desde alimentos hasta servicios básicos, generando un efecto inflacionario.
La presidenta explicó que, ante esa posibilidad, el gobierno federal activaría un subsidio a través del IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios), para evitar aumentos excesivos en el costo de los combustibles, medida que busca frenar una escalada generalizada de precios.

La economía nacional, vulnerable ante los precios internacionales
A pesar de los avances en materia de soberanía energética, México sigue atado a la referencia internacional del precio del petróleo, lo que implica un riesgo directo para la economía. Un aumento sostenido en los precios del crudo impactaría los costos de producción, transporte y servicios en el país.
Sheinbaum dejó claro que el Gobierno trabaja para mitigar ese impacto, pero reconoció que no puede aislarse por completo de lo que ocurra a nivel global. Si los precios de la gasolina suben considerablemente en el mercado internacional, el subsidio a través del IEPS solo puede amortiguar el golpe, pero no eliminarlo por completo.
Esto podría traducirse en mayores gastos para el erario, lo que afectaría el presupuesto federal disponible para otros programas. Además, en contextos prolongados de crisis energética, sectores como el transporte, la industria y los alimentos tienden a encarecerse, afectando principalmente a las familias de menores ingresos.
El riesgo inflacionario, por tanto, está latente. El gobierno asegura estar preparado, pero los expertos advierten que si el conflicto en Medio Oriente escala, México podría enfrentar mayores desafíos económicos a corto y mediano plazo.
Soberanía energética: avances y limitaciones
La presidenta destacó que México ha reducido de manera significativa su dependencia de las importaciones de gasolina gracias a la operación de la refinería de Dos Bocas, la compra de Deer Park en Texas, y la modernización de las seis refinerías en territorio nacional.
“Dos Bocas ya está operando con sus dos trenes, y eso ha reducido las compras de combustible en el extranjero”, aseguró Sheinbaum. Esto permite tener mayor control sobre la oferta energética nacional, y otorga un margen de maniobra ante situaciones externas.
Sin embargo, reconoció que Deer Park, aunque produce para México, sigue ubicada en territorio estadounidense, lo que implica ciertos riesgos logísticos o políticos. Aun así, la estrategia energética apunta a cubrir, con producción propia, toda la demanda nacional de gasolina y diésel.
La autosuficiencia energética es uno de los pilares del proyecto económico de la presidenta, pero los eventos internacionales como el cierre del estrecho de Ormuz demuestran que ningún país está completamente a salvo de la volatilidad global.
Pemex, con estructura más sólida, pero aún dependiente de ingresos petroleros
Otro punto abordado fue la situación de Petróleos Mexicanos (Pemex), empresa clave para la economía nacional. Sheinbaum explicó que ahora cuenta con una administración más eficiente y un solo consejo directivo, lo que permite mayor control estatal y decisiones más ágiles.
Según la mandataria, Pemex ha sido reestructurado con una visión de largo plazo que busca fortalecer su rentabilidad y sostenibilidad. Esto es clave en momentos donde el precio internacional del petróleo podría dispararse, pues aumentan también los ingresos petroleros del gobierno.
Sin embargo, una economía muy dependiente de esos ingresos también corre el riesgo de vulnerabilidad si los precios bajan abruptamente o si hay restricciones externas. Por eso, equilibrar el ingreso petrolero con otras fuentes es una tarea pendiente para lograr una economía menos expuesta.
Además, cualquier alza en el precio del crudo implica mayores costos para el subsidio al IEPS, lo que genera tensión entre mantener la gasolina accesible y cuidar la salud de las finanzas públicas.
El precio de la gasolina como indicador económico clave
El costo de la gasolina es uno de los factores más sensibles para la economía mexicana. Cualquier variación impacta no solo a los automovilistas, sino también a los costos logísticos, el transporte público y los alimentos, generando presiones inflacionarias.
La presidenta insistió en que se sigue de cerca la situación internacional, y que el país cuenta con reservas y herramientas para resistir, pero reiteró que la estabilidad interna no está completamente desligada del contexto geopolítico global.