El costo de vida incrementará el próximo mes de agosto con el incremento en alimentos de la canasta básica
Durante agosto de 2025, el costo de vida en México experimentó un repunte significativo, impulsado principalmente por el aumento en el precio de la canasta alimentaria en zonas urbanas. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), este incremento superó la inflación general, lo que refleja un mayor impacto en los bolsillos de las familias mexicanas, especialmente en quienes dependen de alimentos básicos.
El alza en los precios se concentró en productos de consumo diario, tanto en el hogar como fuera de él. Comer en la calle resultó más caro, al igual que la compra de cortes de res como el bistec, lo que elevó el valor de la canasta alimentaria por encima de los niveles esperados.
En cifras, el valor de las Líneas de Pobreza Extrema por Ingresos (LPEI), que corresponden al costo de la canasta alimentaria, alcanzó 2,452 pesos en zonas urbanas y 1,851 pesos en el ámbito rural. Estas cantidades representan lo mínimo que una persona necesita para adquirir alimentos indispensables.
Comparado con agosto de 2024, la LPEI aumentó 4.1% en las ciudades y 2.8% en el campo. Aunque el alza rural estuvo por debajo de la inflación, en el ámbito urbano la superó, reflejando una presión mayor en las ciudades.
Productos que más subieron de precio
El Inegi destacó que el alza se concentró en alimentos y bebidas fuera del hogar, cuyo precio subió 7.6% anual, así como en el bistec de res, que presentó un encarecimiento del 18%. Estos dos rubros fueron los principales impulsores del incremento en la canasta alimentaria durante agosto.

En el ámbito rural, la carne molida de res también tuvo un fuerte impacto al registrar un aumento del 16%. A ello se sumó el incremento de la leche pasteurizada, que se elevó 8.6%, generando un efecto directo en los hogares del campo que dependen de estos productos básicos.
En contraste, algunos productos no alimentarios tuvieron menor incidencia en el alza general, pero igualmente se registraron incrementos en rubros relacionados con servicios y cuidados personales.
De esta manera, la presión sobre la canasta básica no provino únicamente de los alimentos, sino también de gastos complementarios que forman parte de la vida cotidiana de las familias mexicanas.
Líneas de Pobreza por Ingresos también se elevan
El Inegi reportó que, para estar por encima de las Líneas de Pobreza por Ingresos (LPI), una persona necesitó al menos 4,722 pesos en zonas urbanas y 3,394 pesos en el ámbito rural durante agosto. Estos montos incluyen tanto la canasta alimentaria como la no alimentaria.
Aunque el incremento anual de la LPI fue de 3.4% en las ciudades y 2.9% en el campo, ambos quedaron por debajo de la inflación general de 3.6%. Esto significa que, en términos reales, los ingresos necesarios para cubrir necesidades básicas no se elevaron tanto como el índice de precios al consumidor.
Aun así, los productos de la canasta alimentaria fueron los principales responsables de este ajuste, con una incidencia de 62% en el ámbito urbano y 51.7% en el rural.
El dato refleja que la alimentación sigue siendo el factor más determinante en los gastos de los hogares mexicanos, sobre todo cuando se encarece por encima de la inflación.
Gastos no alimentarios que también presionaron el bolsillo
En cuanto a la canasta no alimentaria, Inegi señaló que en el ámbito rural los rubros con mayor incidencia fueron cuidados personales y educación, cultura y recreación, con aumentos de 6% y 5.2% respectivamente.
En las ciudades, los incrementos más destacados correspondieron a los mismos rubros, pero con variaciones ligeramente mayores: 6.3% en cuidados personales y 5.4% en educación, cultura y recreación.
Estos datos muestran que no solo los alimentos están presionando los presupuestos familiares, sino también servicios y actividades relacionadas con bienestar, formación y esparcimiento.
El efecto combinado de estos aumentos impacta directamente en la calidad de vida de los hogares, que ven cómo sus ingresos alcanzan para menos.
Un reto constante para las familias mexicanas
El aumento en el costo de vida durante agosto evidencia que, aunque la inflación general se mantuvo en niveles moderados, los productos esenciales de la canasta alimentaria siguen marcando la diferencia en los bolsillos.
El bistec de res y la carne molida, junto con alimentos consumidos fuera de casa, se convirtieron en los principales detonadores del encarecimiento. Esto representa un reto mayor para quienes dependen de un ingreso limitado para cubrir necesidades básicas.
La brecha entre el ámbito rural y urbano también resalta la desigualdad en el impacto de los precios, siendo las ciudades las más afectadas por el alza de productos de consumo cotidiano.
De cara a los próximos meses, el comportamiento de los alimentos será clave para determinar si el costo de vida continúa en ascenso o si se estabiliza en línea con la inflación.
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