Donald Trump ha anunciado la imposición de aranceles del 30% a productos mexicanos y esto afectaría enormemente al día a día del país
El anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre un nuevo arancel del 30% a las importaciones procedentes de México ha encendido las alarmas en el ámbito económico y comercial. La medida, que entrará en vigor el 1º de agosto de 2025, busca presionar al gobierno mexicano para intensificar la lucha contra el narcotráfico y frenar el tráfico de fentanilo hacia territorio estadounidense.
En una carta dirigida a la presidenta Claudia Sheinbaum, Trump expresó: “Lo que México ha hecho no es suficiente. México todavía no ha detenido a los cárteles que están tratando de convertir toda Norteamérica en un patio de recreo del tráfico”. La notificación, además, afecta a las importaciones provenientes de la Unión Europea, elevando aún más la tensión comercial con algunos de los principales socios económicos de Estados Unidos.
No es la primera vez que Trump recurre a los aranceles como herramienta política. En meses anteriores, en enero y marzo, medidas similares provocaron una depreciación del peso mexicano y de otras divisas emergentes. En abril, cuando Trump celebró “El día de la liberación” con un arancel recíproco, el tipo de cambio se disparó a 20.68 pesos por dólar, según datos del Banco de México.
En aquella ocasión, la divisa cayó más del 1%, dejando en evidencia cómo los anuncios de aranceles impactan de forma inmediata en la economía mexicana. Los especialistas prevén que este nuevo aumento podría tener consecuencias similares o incluso más profundas, dada su magnitud y alcance.

Impacto en el empleo y la inversión en México
Más allá de la depreciación de la moneda, expertos advierten que la imposición del 30% en aranceles tendrá un efecto directo en el empleo, principalmente en las regiones norte y centro del país. José Ignacio Martínez Cortés, investigador del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM, explicó en entrevista que los sectores manufactureros y agroindustriales serían los más afectados.
El especialista detalló que, además del empleo, otros indicadores económicos como el intercambio comercial, la inversión extranjera directa, la producción industrial y la inversión fija bruta también podrían registrar caídas significativas. Incluso, advirtió sobre la posibilidad de que estos impactos sean la antesala de una recesión económica.
Las industrias más expuestas serían las que dependen en gran medida de las exportaciones hacia Estados Unidos. Las empresas que forman parte de cadenas de suministro norteamericanas enfrentarían costos adicionales que pondrían en riesgo su competitividad frente a otros mercados.
Por ello, economistas sugieren que el gobierno mexicano inicie de inmediato negociaciones con la administración estadounidense para mitigar los efectos y proteger a los sectores productivos clave. La estabilidad del empleo formal en las zonas industriales dependerá, en buena medida, de la capacidad de ambas partes para encontrar un acuerdo.
¿Qué productos aumentarán de precio tras los aranceles?
Uno de los efectos más visibles para los consumidores será el aumento en los precios de una amplia gama de productos manufacturados en México y enviados a Estados Unidos. Trump indicó que los sectores del cobre, aluminio y farmacéutico enfrentarán presiones adicionales si no trasladan su producción a territorio estadounidense.
En el caso de la industria farmacéutica, Trump fue más contundente: “Les daremos aproximadamente un año, un año y medio, para venir. Después se les aplicarán aranceles si tienen que traer productos farmacéuticos, medicamentos y otros artículos. Se les aplicará un arancel muy alto, de aproximadamente el 200 por ciento”, aseguró.
En cuanto a los bienes de consumo, los aranceles impactarán directamente en los precios de electrodomésticos, electrónicos, automóviles y textiles. Esto se traducirá en costos más elevados para los compradores tanto en México como en Estados Unidos, dado que muchas de estas industrias operan con cadenas de valor integradas a ambos lados de la frontera.
Los expertos advierten que la demanda podría disminuir debido al encarecimiento de los productos, afectando la producción y las ventas, y complicando aún más la situación económica. Este escenario obligaría a las empresas a replantear sus operaciones y a los gobiernos a revisar sus políticas comerciales.
Entre los productos que previsiblemente verán un aumento en sus precios destacan los siguientes:
Refrigeradores, lavadoras y estufas.
Teléfonos celulares, computadoras y hornos de microondas.
Televisores y otros aparatos electrónicos.
Automóviles, partes y accesorios de vehículos.
Vehículos para transporte de mercancías.
Máquinas y unidades de procesamiento de datos.
Alambres, cables eléctricos y textiles.
Equipo médico y quirúrgico.
La medida también afectará insumos clave como aluminio, cobre y materiales textiles, fundamentales para múltiples industrias. Las empresas que no logren adaptarse a los nuevos costos podrían enfrentar reducciones en su producción o incluso cierres parciales de plantas.
Por su parte, algunos sectores como el de las donaciones humanitarias, los envíos menores a 800 dólares y ciertos productos bajo el tratado T-MEC quedarían exentos de los aranceles, al menos en esta etapa.
Repercusiones para la relación bilateral
La decisión de Trump llega en un momento de alta tensión diplomática, a pesar de los recientes intentos de negociación entre su gobierno y el de Claudia Sheinbaum. El mandatario estadounidense insiste en que la medida es necesaria para salvaguardar su economía y frenar el tráfico de drogas, mientras que México enfrenta el reto de proteger su industria y el empleo.
Las autoridades mexicanas han señalado que continuarán las conversaciones con Washington para encontrar una solución que minimice las afectaciones, aunque el margen de maniobra parece cada vez más reducido.
En este contexto, se espera que las próximas semanas sean cruciales para definir si se abre una ventana de diálogo o si, por el contrario, se agrava la disputa comercial con nuevos aranceles recíprocos.
El sector empresarial mexicano ya ha comenzado a evaluar posibles estrategias para amortiguar los impactos, como diversificar mercados de exportación y fortalecer la producción para consumo interno. La imposición de aranceles del 30% representa un desafío significativo para la economía nacional en los meses por venir.
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