Su colección incluye obras de Picasso, Rothko, Pollock y Damien Hirst. Reside entre Nueva York y Londres
La figura de David Martínez Guzmán, empresario mexicano nacido en Monterrey en 1957, ha emergido como clave en el proceso de adquisición que BBVA intenta concretar sobre Banco Sabadell.
Discreto, reservado y con una trayectoria marcada por el anonimato, Martínez posee el 3.9% del capital del banco catalán, lo que lo convierte en su mayor accionista individual y en una voz decisiva frente a la oferta pública de adquisición (OPA) lanzada por BBVA.
Su historia en Sabadell comenzó en 2013, cuando aprovechó un momento de debilidad bursátil para entrar al accionariado con una inversión de 275 millones de euros. Desde entonces, ha mantenido su posición estratégica, incluso cuando otros socios relevantes, como el colombiano Jaime Gilinski, se retiraron. Martínez ha sido reconocido como un consejero leal, aunque su postura actual frente a la OPA lo ha colocado en el centro del debate financiero español.
A diferencia del consejo de administración de Sabadell, que rechazó unánimemente la propuesta de BBVA por considerarla insuficiente, Martínez se abstuvo en la votación del informe oficial.
Aunque comparte la visión de que la fusión sería una estrategia acertada para ambas instituciones, considera que el precio ofrecido por BBVA “la hace irrealizable” y ha solicitado públicamente una oferta más competitiva.
Más allá de su influencia financiera, David Martínez es un personaje singular. Estudió Ingeniería Mecánica Eléctrica en la UNAM, Filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y obtuvo un MBA en Harvard. Su perfil académico contrasta con su rol como fundador de Fintech Advisory, firma especializada en deuda soberana y corporativa, desde donde ha operado grandes reestructuraciones en América Latina, Estados Unidos y Europa.
Martínez también es conocido por su pasión por el arte. En 2012 fue incluido en la lista de los 200 principales coleccionistas del mundo por la revista ARTnews. Su colección incluye obras de Picasso, Rothko, Pollock y Damien Hirst. Reside entre Nueva York y Londres, y ha mantenido una vida alejada de los reflectores, incluso contratando servicios para eliminar rastros digitales de su nombre.
En el contexto de la OPA, su postura ha generado expectativa. Mientras BBVA insiste en que “la oferta es la que es”, Martínez ha pedido que se reconsidere el precio para alcanzar al menos el 50% de aceptación entre los accionistas. Su influencia podría inclinar la balanza en una operación que busca consolidar el sistema bancario español y europeo.