Cuánto gana la clase media alta en México

Clase media alta en México: ¿Cuánto se necesita ganar para vivir con estabilidad y aspiraciones en 2025?

En México, pertenecer a la clase media alta implica más que solo tener un ingreso elevado: representa un estilo de vida con acceso a servicios privados, capacidad de ahorro, recreación frecuente y estabilidad financiera. Según datos actualizados del INEGI para 2025, una familia debe percibir entre $45,000 y $50,000 pesos mensuales para ser considerada parte de este segmento.

Este grupo socioeconómico suele estar conformado por profesionistas, emprendedores y directivos que cuentan con empleos formales bien remunerados.

A diferencia de la clase media tradicional, la clase media alta puede costear educación privada, seguros médicos, vacaciones anuales y bienes duraderos como automóviles o tecnología de gama alta. Los gastos mensuales de una familia media alta se distribuyen en rubros como vivienda, alimentación, transporte, salud, educación y entretenimiento.

Por ejemplo, una hipoteca o renta en zona urbana segura puede rondar los $12,000 a $18,000 pesos; la educación privada para uno o dos hijos puede superar los $8,000 mensuales; y los servicios médicos privados, incluyendo seguros, pueden representar otros $3,000 a $5,000 pesos. Además, este grupo suele destinar parte de su ingreso a ahorro e inversión, lo que les permite planificar a largo plazo y enfrentar imprevistos sin comprometer su estabilidad.

También tienen acceso a créditos bancarios, tarjetas de crédito y servicios financieros que les permiten mejorar su calidad de vida y adquirir bienes con mayor facilidad. La clase media alta representa un porcentaje reducido de la población mexicana, pero concentra una parte significativa del ingreso nacional. Mientras que la clase media tradicional abarca cerca del 42% de los hogares, la clase alta apenas alcanza el 1.2%, y la media alta se ubica en un punto intermedio, con presencia más marcada en zonas urbanas como Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Mazatlán.

A pesar de sus ventajas, este grupo también enfrenta desafíos: la inflación, el aumento en el costo de servicios privados y la presión fiscal pueden afectar su capacidad de mantener el mismo nivel de vida. Por ello, muchas familias buscan ingresos adicionales, emprendimientos paralelos o inversiones que les permitan conservar su posición socioeconómica.

El acceso a esta clase no depende únicamente del ingreso mensual, sino también de la estabilidad laboral, el nivel educativo, la composición familiar y la zona geográfica. En regiones con menor costo de vida, el umbral puede ser más bajo, mientras que en ciudades con servicios más caros, se requiere un ingreso mayor para mantener el mismo estándar.