El líder de Tesla, Elon Musk ha sido todo un visionario y esto le ha costado obtener el título del hombre más rico del mundo
Elon Musk ha trazado una de las trayectorias más destacadas del siglo XXI. Nacido en Pretoria, Sudáfrica, en 1971, inició su camino en la tecnología a temprana edad, desarrollando su primer videojuego a los 12 años. Tras mudarse a Estados Unidos en la década de 1990, fundó empresas que marcarían la transformación digital, como Zip2 y X.com, esta última convertida en PayPal. La venta de estas compañías fue el punto de partida para la construcción de una de las fortunas más influyentes del planeta.
El patrimonio de Musk, estimado en 400 mil millones de dólares según Forbes a inicios de 2025, lo posiciona como una de las figuras más ricas del mundo. Su capacidad para detectar oportunidades en sectores clave ha sido determinante: desde los pagos electrónicos hasta la exploración espacial y la movilidad eléctrica. Cada paso de su carrera estuvo acompañado de innovación, riesgo y la búsqueda de soluciones disruptivas.
El éxito de Musk no se limita al ámbito privado. En 2025, asumió un rol relevante en la administración de Donald Trump al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Su tarea: rediseñar estructuras federales para optimizar recursos, una decisión que despertó tanto apoyo como controversia. Este movimiento evidenció su influencia no solo como empresario, sino también como figura política.
SpaceX, fundada en 2002, se convirtió en un pilar de su imperio. La empresa logró reducir costos de lanzamientos espaciales y avanzar en proyectos como Starlink, que ya conecta a millones de personas a Internet mediante una constelación de satélites. Paralelamente, Tesla cambió la percepción global sobre los automóviles eléctricos, ofreciendo modelos de alto rendimiento y lujo que abrieron paso a una nueva era de transporte sostenible.

Su adquisición de Twitter en 2022, renombrada como X, representó otro de los hitos más mediáticos de su carrera. La compra por 44 mil millones de dólares transformó la plataforma y desató debates sobre la libertad de expresión, la moderación de contenidos y la rentabilidad de la red social. Aunque enfrentó pérdidas publicitarias y polémicas, Musk mantuvo su apuesta por convertirla en una herramienta clave de comunicación global.
Más allá de los negocios, Musk ha demostrado una capacidad única para influir en la economía, la política y la tecnología a nivel internacional. Su visión de convertir a la humanidad en una especie multiplanetaria y su participación en decisiones de gobierno confirman que su impacto trasciende la industria. Hoy, su nombre es sinónimo de innovación, poder y controversia, elementos que lo mantienen en el centro del escenario mundial.
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