Vivienda para el Bienestar Conavi 2025: ¿Qué pasos siguen en la segunda etapa?

¿Serás beneficiado con la Vivienda para el Bienestar?, esto es lo que sigue

El interés ha sido alto, ya que este programa responde a una necesidad histórica: dotar de vivienda a sectores vulnerables que no tienen acceso a créditos tradicionales. Por ello, quienes lograron registrarse esperan con atención las siguientes fases que integran el proceso.

La llamada segunda etapa es clave, ya que de ella dependerá la confirmación de los beneficiarios finales. Este procedimiento incluye la verificación de datos, visitas domiciliarias y la integración al padrón oficial, asegurando que los apoyos lleguen a quienes realmente cumplen con los criterios de elegibilidad.

Con este mecanismo, el Gobierno de México busca dar certidumbre y transparencia a la asignación de recursos, garantizando que los apoyos se distribuyan de manera justa y equitativa.

¿En qué consiste la segunda etapa del programa?

Durante esta segunda fase, los solicitantes que cumplieron con el registro entran en un proceso de validación y selección. Se trata de un filtro técnico y social que busca confirmar que los apoyos lleguen a las familias que más lo necesitan.

El procedimiento no solo revisa documentos, sino que también se enfoca en verificar las condiciones de vida de cada solicitante mediante visitas domiciliarias, con el fin de confirmar que cumplen con los requisitos marcados por la convocatoria.

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Vivienda para el Bienestar Conavi 2025: ¿Qué pasos siguen en la segunda etapa?. Foto: Pexels.

De acuerdo con la información oficial, la segunda etapa es también un ejercicio de transparencia: cualquier ciudadano puede conocer las etapas y criterios de evaluación, lo que limita la discrecionalidad y fomenta la confianza en el programa.

Al final, el proceso permitirá conformar un padrón preliminar de beneficiarios que será validado por el Comité de Financiamiento de Conavi antes de oficializar la lista final.

Paso a paso de la segunda etapa de Vivienda para el Bienestar

El esquema contempla cinco momentos clave que definen el acceso al beneficio:

Convocatoria telefónica: los solicitantes seleccionados reciben una llamada para agendar la visita domiciliaria.

Visita domiciliaria: personal autorizado acude al hogar del solicitante para levantar la Cédula de Información Socioeconómica y corroborar documentos.

Perfilamiento de la demanda: se analizan los datos recabados para determinar quién cumple con los requisitos establecidos.

Sorteo: en caso de que la demanda supere la oferta de viviendas, se realiza un sorteo transparente.

Integración al padrón: quienes superan todas las etapas se incorporan al padrón preliminar de beneficiarios, sujeto a validación final.

Este procedimiento permite garantizar que los recursos públicos lleguen a quienes verdaderamente lo requieren, al mismo tiempo que se evita el uso indebido del programa.

Estados participantes en la edición 2025

El programa Vivienda para el Bienestar Conavi 2025 tuvo alcance nacional, aunque se enfocó en entidades con mayores índices de rezago social y demanda habitacional. Los estados participantes fueron:

Baja California, Sonora, Durango, Guanajuato, Zacatecas, Colima, Michoacán, Nayarit, Hidalgo y Querétaro.

Guerrero, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Oaxaca, Chiapas y Tabasco.

Campeche, Quintana Roo y Yucatán.

Estas entidades concentran comunidades con condiciones de alta marginación y sectores sociales que históricamente han enfrentado dificultades para acceder a programas de vivienda.

Objetivos sociales y económicos del programa

El programa Vivienda para el Bienestar busca no solo atender una carencia básica, sino también impulsar el desarrollo social y económico de las familias mexicanas. Contar con una vivienda adecuada se traduce en mayor estabilidad, seguridad patrimonial y mejor calidad de vida.

En términos económicos, el programa también genera un impacto positivo en la industria de la construcción y en la creación de empleos directos e indirectos. De esta manera, se convierte en una política pública con efectos multiplicadores en diferentes sectores productivos.

Además, al priorizar a comunidades indígenas y personas en condiciones de vulnerabilidad, la iniciativa refuerza la política de inclusión social del Gobierno federal.