Te compartimos información clave para tener los mejores beneficios de la Modalidad 40 del IMSS
En México, jubilarse es mucho más que dejar de trabajar: implica tomar decisiones estratégicas durante la vida laboral para asegurar una vejez con estabilidad. A través del IMSS, los trabajadores pueden retirarse por cesantía desde los 60 años o por vejez a los 65, siempre y cuando cumplan con al menos 500 semanas cotizadas. Sin embargo, factores como el salario base y la edad al momento del retiro impactan directamente el monto de la pensión.
Muchos trabajadores descubren demasiado tarde que su pensión será menor de lo esperado debido a errores en los registros del IMSS. Es fundamental revisar periódicamente que el salario reportado por el patrón sea el real, ya que una subdeclaración afecta negativamente el cálculo de la pensión. Además, aquellos que han dejado de trabajar formalmente pueden seguir cotizando mediante esquemas voluntarios, lo que permite continuar acumulando semanas.
Una de las alternativas más utilizadas para mejorar la pensión es la Modalidad 40, que permite cotizar voluntariamente con un salario elevado. No obstante, este esquema conlleva costos importantes: en 2025, cotizar al tope máximo puede superar los 10 mil pesos mensuales. Si se cotiza con salario alto durante cinco años, la inversión puede superar el medio millón de pesos, sin garantía de retorno inmediato.
Además, este esquema tiene limitaciones importantes. No es posible reducir el salario reportado de forma sencilla una vez que se ha ingresado con un monto alto, y existen restricciones legales para hacer ajustes posteriores. Estos detalles no siempre se explican con claridad y pueden representar un obstáculo si no se toman en cuenta con anticipación.
Otro aspecto poco difundido es el tiempo que puede transcurrir desde que se realiza el trámite de jubilación hasta recibir el primer pago. Entre la baja del IMSS, la emisión del dictamen y el depósito de la pensión, pueden pasar hasta seis meses. Aunque el pago es retroactivo, este periodo sin ingresos debe considerarse dentro de la planeación financiera.
Por ello, los especialistas recomiendan iniciar la estrategia de retiro desde los 55 años. Es crucial revisar el número de semanas cotizadas, el salario registrado y evaluar si ingresar a la Modalidad 40 es conveniente. Para los trabajadores más jóvenes bajo el régimen de la Ley 97, es aún más importante monitorear constantemente su Afore, ya que el monto de su pensión dependerá enteramente del ahorro acumulado a lo largo de su vida laboral.
La jubilación no es automática ni sencilla. El IMSS pone a disposición las herramientas necesarias, pero el resultado final dependerá de qué tan informado, preparado y proactivo sea cada trabajador. Planear con tiempo no solo es recomendable: es la única manera de garantizar un retiro digno.
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