Estados Unidos notificó que enviará cartas firmadas por su presidente a todos los países, anunciando nuevas tarifas comerciales que entrarían en vigor el 1 de agosto
México y Estados Unidos instalaron una mesa de trabajo permanente binacional para atender los principales temas de su relación diplomática, económica y fronteriza. La reunión fue convocada por el Departamento de Estado estadounidense y contó con la participación de representantes clave de ambos gobiernos.
Por parte de México asistieron funcionarios de las secretarías de Economía, Relaciones Exteriores, Hacienda, Seguridad Pública y Energía; mientras que del lado estadounidense participaron los departamentos de Estado, Comercio y Energía, el Consejo de Seguridad Nacional y la oficina del Representante Comercial.
Uno de los puntos más delicados abordados en la mesa fue el anuncio de nuevos aranceles comerciales por parte del gobierno de Estados Unidos, que entrarían en vigor el próximo primero de agosto. Según lo informado, todos los países recibirán una carta firmada por el presidente estadounidense notificando el cambio en la política comercial, lo que implicaría tarifas de hasta el 30% para productos mexicanos. La delegación mexicana calificó la medida como “injusta” y expresó su desacuerdo, subrayando el impacto negativo que tendría en empresas y empleos a ambos lados de la frontera.
La mesa abordó temas estructurales como seguridad fronteriza, migración, gestión de aguas compartidas y cooperación energética. Estos asuntos forman parte de una agenda integral que busca fortalecer la relación bilateral y atender desafíos comunes con una visión de largo plazo. La instalación de este mecanismo permanente representa un avance significativo en la coordinación entre ambos países.

La Secretaría de Economía y la Secretaría de Relaciones Exteriores emitieron un comunicado conjunto en el que reiteraron el compromiso de México con el diálogo y la diplomacia. También señalaron que el país no aceptará medidas unilaterales que afecten su desarrollo económico, y que trabajará para garantizar condiciones justas para sus exportadores, trabajadores y consumidores. En este sentido, se espera que en los próximos días se definan propuestas concretas que puedan ser negociadas directamente con la Casa Blanca.
A medida que se acerca el PRIMERO de agosto, la atención se centra en los resultados que pueda generar esta mesa binacional. Las próximas semanas serán clave para determinar si la diplomacia logra frenar la entrada en vigor de los nuevos aranceles. Mientras tanto, México mantiene su postura firme y busca construir una solución que beneficie a ambas naciones, evitando una escalada comercial que podría afectar gravemente a la región fronteriza y a sectores estratégicos de la economía nacional.