Tesla: caen acciones tras ‘America First’ de Elon Musk

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Elon Musk ha lanzado una iniciativa para fundar el partido político ‘America First’y esto ha perjudicado enormemente a las acciones de Tesla

En lo que va del lunes 7 de julio, las acciones de Tesla en Wall Street muestran una caída significativa del 7.38%, lo que amenaza con convertirse en el peor desempeño diario desde la disputa pública entre Musk y Donald Trump hace unos años. Los inversionistas han reaccionado con preocupación ante lo que consideran una nueva distracción del empresario respecto a sus responsabilidades al frente de la automotriz.

La iniciativa política de Musk contrasta con lo que había prometido a los accionistas durante su última llamada de resultados, cuando aseguró que dedicaría “mucho más” tiempo a Tesla tras concluir sus compromisos con la administración Trump. Ahora, sus intenciones políticas parecen ir en sentido contrario a ese compromiso.

El impacto sobre las acciones de Tesla no es menor: ya acumulan una depreciación de 28% en lo que va de 2025, reflejando la inquietud del mercado ante las prioridades de Musk y el entorno competitivo de la industria automotriz.

Los inversionistas cuestionan las prioridades de Musk

El anuncio del American Party ha encendido las alarmas en el mercado. Jed Dorsheimer, analista de William Blair, afirmó que “los inversores están cansándose de las distracciones en un momento en el que Tesla necesita más que nunca la atención de Musk”. Según expertos, dedicar recursos y tiempo a un proyecto político va en contra de las expectativas de quienes han invertido en la compañía.

La reacción en bolsa refleja el escepticismo sobre la capacidad de Musk para equilibrar su rol como líder de Tesla con su creciente protagonismo político. Las expectativas eran que, tras los turbulentos años recientes, el empresario concentraría sus energías en estabilizar las ventas y mejorar las finanzas de la automotriz.

Dan Ives, analista de Wedbush Securities, declaró a Bloomberg Television que “hay una línea en la arena que ahora está empezando a cruzar”. Según Ives, la junta directiva de Tesla debería intervenir para proteger los intereses de la empresa y de los accionistas.

Hasta el momento, ni Elon Musk ni Robyn Denholm, presidenta del consejo de Tesla, han respondido a las solicitudes de comentarios sobre las críticas o sobre la dirección que tomará el empresario frente a este nuevo escenario.

Tesla enfrenta desafíos internos y externos

Las preocupaciones de los inversores no solo giran en torno a la agenda política de Musk, sino también a los resultados operativos de la empresa. Tesla reveló en abril que su consejo había creado un comité especial para evaluar cuestiones relacionadas con la compensación del CEO, tras la anulación judicial de un millonario paquete salarial aprobado en 2018.

Musk ha defendido su gestión y ha prometido permanecer al frente de Tesla al menos durante los próximos cinco años. No obstante, las cifras de ventas y entregas no acompañan su optimismo. En el segundo trimestre del año, las entregas de vehículos cayeron 13% frente al mismo periodo de 2024, similar al descenso registrado en el primer trimestre.

El desempeño financiero de Tesla se ve presionado también por la competencia creciente en el mercado de vehículos eléctricos y las tensiones comerciales globales, como los aranceles recíprocos que afectan la industria automotriz.

En este contexto, los analistas ven con inquietud que Musk destine atención a un proyecto político que podría alejarlo aún más de las necesidades estratégicas y operativas de Tesla.

America First: un proyecto político en ciernes

Elon Musk anunció que el American Party buscará centrar su influencia en la Cámara de Representantes y el Senado durante los próximos 12 meses, con la mirada puesta en las elecciones presidenciales de 2028. Su objetivo declarado es “rescatar a Estados Unidos” de las dos fuerzas políticas tradicionales.

Hasta ahora, Musk no ha presentado documentación oficial ante la Comisión Federal Electoral ni ha detallado cómo planea financiar o estructurar el partido. No obstante, su aparición como el mayor donante en el último ciclo electoral ha alimentado las dudas sobre si podrá equilibrar sus compromisos políticos y empresariales.

En mayo, Musk había declarado que reduciría su participación en la política y que planeaba centrarse en dirigir Tesla y sus demás empresas. Ahora, sus declaraciones más recientes parecen contradecir aquellas intenciones.

El empresario también aseguró que sus esfuerzos políticos ya habían abierto el mercado de Tesla a consumidores de derecha, compensando la pérdida de clientes en la izquierda. Sin embargo, las cifras de ventas no reflejan aún ese supuesto “giro” en la base de clientes.

La junta directiva y los accionistas, entre la paciencia y la presión

La creciente tensión entre las prioridades de Musk y las expectativas de los inversionistas pone a la junta directiva de Tesla en una posición difícil. En opinión de Dan Ives, es probable que la junta tenga que intervenir formalmente para exigir claridad sobre la dedicación de Musk a la empresa.

El comité especial creado por el consejo de Tesla para revisar la compensación del CEO también deberá evaluar si el paquete salarial y los resultados de la compañía siguen justificando su permanencia en el cargo.

Por ahora, los accionistas ven con recelo cada paso de Musk en la arena política, temiendo que ello distraiga recursos y atención de las prioridades operativas de Tesla, justo en un momento de desafíos significativos para la empresa.

La falta de comentarios oficiales por parte de Musk y de la presidenta del consejo aumenta la incertidumbre entre los inversionistas, que esperan señales claras sobre el rumbo de la empresa y sobre la verdadera disponibilidad de su CEO.

Perspectivas para Tesla y el futuro político de Musk

El desempeño de las acciones de Tesla este lunes parece confirmar el malestar de los mercados con la estrategia personal de Musk. La caída de más del 7% en una sola jornada refleja una creciente pérdida de confianza en su compromiso pleno con la compañía.

Los analistas coinciden en que, para recuperar la confianza de los inversionistas, Musk tendría que aclarar sus prioridades y demostrar que sus actividades políticas no afectarán la gestión de Tesla.

Mientras tanto, los retos comerciales para Tesla siguen presentes, con una competencia más feroz en el mercado de vehículos eléctricos y con consumidores cada vez más exigentes en cuanto a tecnología y precios.