Cada año, miles de personas buscan información actualizada para planificar su jubilación; aquí te brindamos información
El interés por conocer cómo se calcula la pensión mínima del IMSS y qué factores intervienen en ella sigue creciendo entre los trabajadores mexicanos. En un contexto económico incierto, garantizar un retiro digno se ha convertido en una preocupación central para quienes cotizan en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Cada año, miles de personas buscan información actualizada para planificar su jubilación. Por ello, aquí te explicamos de manera clara y actual cuál es la pensión mínima garantizada y cómo se estima para 2026.
Actualmente, la pensión mínima garantizada funciona como una red de protección social para los trabajadores que no lograron acumular suficientes recursos en su Afore o semanas cotizadas. Este beneficio evita que los jubilados queden sin ingresos al cumplir la edad de retiro. Sin embargo, es fundamental conocer los requisitos y las variables que influyen en su cálculo.
Durante 2025, el monto oficial de la pensión mínima garantizada es de aproximadamente $9,407 pesos mensuales. Esta cifra fue actualizada en febrero tomando en cuenta el aumento en la inflación, con base en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) que publica el INEGI. Este mecanismo busca mantener el poder adquisitivo de los pensionados frente al incremento en los precios de bienes y servicios básicos.
Para quienes se preparan para jubilarse en 2026, es importante saber que el monto definitivo de la pensión mínima todavía no se conoce, ya que depende de la inflación registrada durante 2025. No obstante, es previsible que la cantidad se ajuste al alza si los precios siguen aumentando, tal como ha ocurrido en los últimos años.

El papel de la inflación y el INPC en la pensión mínima
La pensión mínima garantizada no es estática, sino que se revisa y actualiza cada año en febrero. Este ajuste se determina con base en el comportamiento del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que mide la inflación acumulada durante el año anterior. De esta manera, el IMSS asegura que los adultos mayores no pierdan poder adquisitivo.
Así, si la inflación en 2025 resulta elevada, el aumento de la pensión mínima para 2026 será mayor. Por eso, conocer el dato oficial de inflación, que el INEGI suele publicar a inicios del año, es clave para estimar cuánto recibirán los pensionados a partir de febrero. Mientras tanto, los trabajadores deben seguir cotizando y revisando su situación para estar listos cuando llegue el momento.
Aunque no se puede calcular todavía la cantidad exacta para 2026, lo más probable es que la pensión mínima siga aumentando en línea con la inflación, como ha ocurrido históricamente. Esto hace que sea indispensable mantenerse informado sobre los anuncios oficiales del IMSS y del INEGI en los próximos meses.
En resumen, el monto de la pensión mínima para 2026 dependerá directamente de factores macroeconómicos, especialmente de la inflación, que impacta en los ajustes que se aplican cada año para mantener el bienestar de los jubilados.
Requisitos para acceder a la pensión mínima garantizada
La pensión mínima no se otorga de manera automática, ya que es necesario cumplir con ciertos requisitos establecidos por la Ley del Seguro Social. Este beneficio está dirigido principalmente a quienes, tras cumplir con los mínimos exigidos, no logran una pensión mayor con su ahorro acumulado.
Para recibirla, el trabajador debe haber cotizado ante el IMSS, cumplir con la edad de retiro y alcanzar el mínimo de semanas de cotización exigidas según el régimen al que pertenece. Además, debe haber causado baja del Régimen Obligatorio y encontrarse dentro del período de conservación de derechos.
Los requisitos varían según el régimen de pensiones aplicable. Por ejemplo, quienes cotizan bajo la Ley de 1973 necesitan al menos 500 semanas de cotización y pueden pensionarse a partir de los 60 años. En cambio, bajo la Ley de 1997, se requieren al menos 1,250 semanas y una edad mínima de 65 años.
Por eso, es importante conocer con claridad en qué régimen estás, cuántas semanas has cotizado y cuál es tu edad para planificar mejor tu retiro y evitar sorpresas al momento de solicitar tu pensión.
Régimen 1973 vs. Régimen 1997: diferencias clave
Comprender las diferencias entre los dos principales regímenes de pensiones, Ley 1973 y Ley 1997, es fundamental para estimar el monto que podrías recibir y los pasos a seguir para jubilarte. Cada esquema tiene características distintas que impactan en el cálculo de tu pensión.
El Régimen 1973 es un sistema solidario, donde la pensión depende de las semanas cotizadas y del salario promedio de los últimos años de trabajo. Por lo general, quienes cumplen con los requisitos en este régimen obtienen pensiones más altas, ya que no dependen directamente de su ahorro en la Afore.
Por su parte, el Régimen 1997 funciona bajo un esquema de cuentas individuales. Aquí, la pensión depende casi exclusivamente del ahorro acumulado en la Afore, junto con los rendimientos generados y las aportaciones voluntarias. Si el saldo no alcanza para cubrir una pensión digna, el trabajador puede acceder a la pensión mínima garantizada siempre que cumpla los requisitos.
Dada esta diferencia, quienes cotizan bajo el Régimen 1997 tienen más incentivos para ahorrar voluntariamente y vigilar el rendimiento de su Afore para mejorar su pensión futura.
Factores adicionales que afectan tu pensión
Además de la inflación y el régimen de cotización, otros elementos influyen directamente en el monto final de la pensión que recibirás al jubilarte. Estos factores pueden hacer que tu pensión sea mayor o menor, según tus circunstancias individuales.
Entre ellos destacan el número total de semanas cotizadas, el salario base registrado ante el IMSS, la edad al momento del retiro (ya que postergar el retiro suele aumentar el monto), así como las aportaciones voluntarias que hayas realizado a tu cuenta de Afore.
También es importante considerar factores externos como los aumentos al salario mínimo y las diferencias regionales, que en algunos casos pueden modificar los beneficios otorgados. Por eso se recomienda acercarse a la Afore para utilizar un simulador de pensión y obtener un cálculo más preciso y personalizado.
En última instancia, tomar decisiones informadas sobre tus aportaciones y tu momento de retiro puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida que tengas durante tu jubilación.
Cómo prepararte para un retiro digno
Planificar tu retiro con anticipación es clave para garantizar un futuro más tranquilo y seguro. Aunque la pensión mínima garantizada del IMSS busca cubrir las necesidades básicas, es recomendable complementar esta cantidad con ahorros adicionales.
Para quienes se jubilan en 2025, la pensión mínima de $9,407 pesos mensuales representa un apoyo importante, pero en muchos casos insuficiente para cubrir todos los gastos de la vida diaria. Por eso, es fundamental informarte sobre tus derechos y opciones.
Revisa periódicamente tu estado de cuenta en la Afore, consulta el número de semanas que has cotizado y solicita asesoría personalizada para entender mejor tus posibilidades. También puedes explorar alternativas de inversión o ahorro que te permitan incrementar tus ingresos durante la jubilación.
Recordemos que un retiro digno no solo depende del IMSS o del gobierno, sino también de la planeación y las decisiones financieras que tomes desde ahora. Mantente informado y actúa con tiempo para disfrutar de una vejez con mayor tranquilidad económica.
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