Grupo Elektra avanza en su separación definitiva del parqué financiero mexicano, marcando el fin de una era en la que fue una de las emisoras más visibles del mercado local
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) anunció la suspensión de la cotización de las acciones de Grupo Elektra, propiedad del empresario Ricardo Salinas Pliego, como parte del proceso de salida voluntaria del mercado bursátil. La medida entró en vigor el 30 de septiembre de 2025 y representa un paso previo a la cancelación definitiva de sus títulos en el mercado accionario.
La decisión se fundamenta en el incumplimiento del requisito mínimo de capital flotante, es decir, el porcentaje de acciones distribuidas entre el público inversionista. Según la Ley del Mercado de Valores, las empresas listadas deben mantener una proporción adecuada de acciones en circulación, condición que Elektra ya no cumple tras iniciar su proceso de desliste2.
Los accionistas de Grupo Elektra aprobaron en diciembre de 2024 la salida del mercado bursátil, en el marco de una estrategia corporativa para reorganizarse y maximizar su valor. La empresa argumentó que el mercado no reflejaba adecuadamente el potencial de sus operaciones físicas y digitales, tanto en México como en el extranjero3.
Fundada en 1950, Grupo Elektra opera más de 1,400 sucursales en México bajo marcas como Banco Azteca, Presta Prenda y Salinas y Rocha, además de tener presencia en países como Guatemala, Honduras, Panamá y Estados Unidos. La compañía ha asegurado que su salida del mercado de valores no afectará la continuidad de sus operaciones comerciales y financieras.
El proceso de desliste ha estado rodeado de controversias. En 2024, Elektra acusó a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) de ignorar medidas cautelares en una investigación por presunto fraude a inversionistas. Además, la empresa enfrentó una suspensión temporal en julio debido a reportes de irregularidades con depositarios de sus acciones.
La salida de Elektra se suma a una tendencia creciente de empresas que han optado por dejar de cotizar en la BMV en los últimos años. Esta decisión también ocurre en medio de litigios fiscales que involucran al grupo y a Salinas Pliego, con un monto que supera los 74,000 millones de pesos en adeudos al fisco mexicano.
Durante el proceso de privatización, los inversionistas designaron un nuevo Consejo de Administración, en el que Salinas Pliego ocupa ahora un cargo honorario. La empresa declaró que inicia una nueva etapa enfocada en fortalecer sus capacidades tecnológicas, financieras e internacionales.